¿Qué son las micorrizas? Tipos de Micorrizas

Análisis de micorrizas en ensayos bioestimulantes

¿Qué son las micorrizas? Tipos de Micorrizas

Para entender qué son primero hablaremos de lo que podemos encontrar en un suelo:

BIOTA DEL SUELO Y MICROORGANISMOS

El suelo está formado por minerales, por agua, por aire y por una componente viva. Durante el desarrollo de la agricultura industrial no se le dio mucha importancia a esta componente viva del suelo y no se tuvo en cuenta que el suelo en sí mismo es un ecosistema más. A la parte del suelo más superficial donde se concentran la mayor parte de los microorganismos que componen está parte viva la denominamos rizosfera.

Al conjunto de microorganismos vegetales y animales que forman parte de este sistema interrelacionado es lo que denominamos biota del suelo. En el siguiente esquema podemos ver el conjunto de microorganismos que podemos encontrar en un suelo.

biota del suelo y micorrizas

¿QUÉ SON LAS MICORRIZAS?

La micorriza en un tipo de relación simbiótica entre los hongos y las raíces de las plantas, y como tal, ambas partes salen beneficiadas.

La planta va a recibir del hongo asociado nutrientes, minerales y agua. A su vez el hongo obtiene vitaminas y azúcares que la planta sí es capaz de producir por sí sola mediante el proceso de la fotosíntesis.

En la actualidad sabemos que es una de las simbiosis más fuertes que existe en la naturaleza; encontramos micorrizas en más del 80% de las especies de plantas.

Un suelo micorrizado presenta más calidad al tener más capacidad de retención de agua y estar dotado de mejor resistencia mecánica frente a procesos erosivos.

CLASIFICACIÓN DE LAS MICORRIZAS

La gran mayoría de las asociaciones que se conocen de micorrizas se deben a hongos Basidiomicetos, una división dentro del reino de los hongos que incluye a la mayoría de las especies generadoras de setas. Menos comunes son las asociaciones con Ascomicetos (mohos, levaduras, trufas, etc.) y en glomeromicetos.

Para clasificar las micorrizas tendremos en cuentas características morfológicas y fisiológicas, así como su forma de interrelacionarse con las raíces de las plantas. Las micorrizas más importantes, que desarrollaremos a continuación, son las ectomicorrizas, las micorrizas arbusculares, las ericoides, las orquidoides, y micorrizas septadas finas.

  • Ectomicorrizas (ECM)

Las ectomicorrizas son las resultantes de la simbiosis entre hongos basidiomicetos y ascomicetos y las raíces de árboles y arbustos leñosos. Esta asociación es frecuente en nuestros bosques de clima templado basados en árboles de los géneros Quercus, Castanea, Betula, Pinus, Populus, Ulmus, etc.

Características:

Externamente los hongos que forman ectomicorrizas crean una vaina a modo de manto fúngico que envuelve la raíz del árbol. Las hifas (filamentos a través de los que se nutre el hongo) se van expandiendo más allá de la raíz; ésta es la razón por la que la planta incrementa su potencial de absorción de nutrientes.

Dentro de las raíces, las hifas también se extienden por debajo de la corteza formando la llamada “Red de Hartig”, que facilita un intercambio de nutrientes entre la planta y el hongo.

Los hongos ectomicorrícicos segregan enzimas y ácidos orgánicos (como el ácido cítrico) que son capaces de disolver la roca para extraer minerales que son transportados a la raíz de la planta. Si no fuera por las ECM la planta apenas tendría capacidad de extraer esos minerales.

Otro beneficio es que las ECM también absorben fósforo y nitrógeno orgánico. A cambio la planta aporta al hongo carbono orgánico. Los géneros más comunes en la conformación de ectomicorrizas son: Amanita, Cortinarius, Laccaria, y Russula.

  • Micorrizas Arbusculares (AM)

Las micorrizas arbusculares son el tipo de asociación más frecuente en la naturaleza. Son desarrolladas por hongos de la clase Glomeromicetos en la mayoría de las plantas vasculares. Esto es de vital importancia porque muchas de esas plantas forman parte de nuestro sistema agrícola

Características:

Una de las principales características de las AM es que se extienden más allá que las EC. Esta mayor potencia de la red de micelio conlleva mayor capacidad de explorar el suelo, capturar nutrientes y agua para la planta. Dentro de la raíz son capaces de crecer mediante unas estructuras ramificadas, llamadas arbúsculos por su similitud a árboles microscópicos y extenderse sin provocar una enfermedad o una sintomatología a la planta.

A parte de los arbúsculos, los AM desarrollan vesículas a modo de sistema de almacenaje de sustancias de reserva. A veces estas vesículas son capaces de germinar creando nuevas colonias de hongos.

Los beneficios de las AM son muy numerosos y variados. No sólo mejoran la absorción de nutrientes (especialmente fósforo) sino que también de nitrógeno y microelementos como el cobre y el zinc.

Su sistema de hifas, al ampliar el área de absorción de las raíces hace que aumente la tolerancia al estrés hídrico de la planta. Ésta misma red de hifas a su vez, al rodear la raíz, crean una capa protectora frente a enfermedades patógenas; por otro lado, tienen una alta capacidad aglutinante con lo que los suelos van a mejorar estructuralmente.

Al mejorar la capacidad de nutrición, las plantas crecen más vigorosas; esto es especialmente útil en suelos más pobres con lo que podemos reducir el aporte de fertilizantes químicos. También van a fomentar una biota más diversa (promueven la actividad de bacterias beneficiosas) y saludable, lo cuál es un gran beneficio para el medio ambiente.

Algunos géneros muy frecuentes en la AM son Glomus, Rhizophagus, y Acaulospora.

  • Micorrizas Ericoides

Este tipo de micorrizas están asociadas a los brezos (género Erica). De ahí reciben su nombre.

Erica cinerea, micorrizas ericoides
Erica cinerea en Fisterra (A coruña) Foto. Jesús Pérez. NEVAL

Estas plantas suelen crecer en suelos silíceos, con tendencia a ser pobres y muy ácidos. En este caso la existencia de este tipo de relación simbiótica es aún más importante por su capacidad de generar suelos.

Su relación simbiótica con la planta es similar a la de las micorrizas arbusculares, salvo que no forman arbúsculos ni vesículas. Son muy útiles porque facilitan a la planta la absorción de compuestos orgánicos de nitrógeno, que en su mayoría no son fáciles de sintetizar. Algo parecido pasa con el fósforo, cuya absorción en suelos ácidos es complicada. Géneros típicos en esta simbiosis son Hymenoscyphus y Oidiodendron.

  • Micorrizas Orquidoides

Es una simbiosis micorrízica exclusiva de las orquídeas, una de las familias más numerosas del reino vegetal, compuesta por más de 25.000 especies. Aunque estas plantas necesitan las micorrizas durante toda su vida es especialmente durante la germinación cuando la simbiosis es clave, porque las orquídeas tienen unas semillas muy pequeñas que prácticamente no tienen nutrientes.

El principal nutriente aportado por la micorriza es el carbono; curiosamente en las fases maduras de la orquídea, es ésta la que aporta carbono al hongo.

  • Micorrizas Septadas Finas

Las micorrizas septadas finas son un tipo de micorrizado muy concreto que se da con más frecuencia en ecosistemas tropicales con suelos muy lavados. También la encontramos en bosques templados o incluso en suelos marginales; muchas zonas tenderían a ser eriales de no ser por este tipo de asociación.  Tienen hifas muy delgadas pero divididas en compartimentos celulares. Se las considera un subtipo de ectomicorriza.

Los suelos de los climas tropicales y ecuatoriales son muy pobres dada la rápida descomposición de la materia orgánica y la intensa competencia entre plantas por aprovechar los pocos nutrientes disponibles. La importancia de este tipo de micorriza reside en que son capaces de extraer nutrientes como el fósforo y el nitrógeno de horizontes profundos de suelos ácidos y arenosos que tienden a la lixiviación (lavado de los nutrientes hacia esos horizontes más profundos).

IMPORTANCIA Y BENEFICIOS

Cada vez se tiene más en cuenta la importancia de las micorrizas como factor determinante en la sostenibilidad del suelo y en el aumento de la productividad.

Las micorrizas arbusculares se usan con más frecuencia la agricultura. Pero también resultan útiles en la restauración de ecosistemas debido por su capacidad de aumentar la fertilidad del suelo. En este apartado hay que destacar la importancia en técnicas de fitorremediación, gracias a la capacidad que tienen de extraer ciertos contaminantes del suelo como los metales pesados.

Las ectomicorrizas se usan con más frecuencia en explotaciones silvícolas y para mantenimiento de la calidad del bosque por la capacidad que tienen de proteger al árbol frente a patógenos y de reducir el estrés hídrico. Las micorrizas ericoides son interesantes para regenerar suelos muy ácidos (como en antiguas explotaciones mineras).

El micorrizado puede ser una técnica esencial para una agricultura. Por sus beneficios para las plantas podemos hacerla una actividad no sólo más sostenible, sino que al reducir el aporte de origen externo de ciertos productos y a la vez aumentar la productividad de las plantas de interés comercial, también aumentaremos el factor rentabilidad.

Ya hemos visto que una de las principales características de las micorrizas es el aumento de la absorción de nutrientes, por lo que con el tiempo podremos reducir el aporte de abonos, especialmente de los fosfatos y los nitratos. También mejora la resistencia al estrés hídrico, y eso puede ser fundamental en la fruticultura de la Cuenca Mediterránea. Las micorrizas al promover un crecimiento radicular más fuerte y profundo, mejora la estructura de los suelos, lo que nos servirá para mitigar otro de los problemas de nuestra agricultura: la erosión.

Todos estos beneficios a su vez nos van a proporcionar plantas más fuertes y resistentes frente al ataque de agentes patógenos, especialmente hongos. De nuevo nos encontramos que podemos reducir el aporte de insumos (con el consecuente beneficio medioambiental y económico).

Uno de los problemas más importante de la fruticultura es el uso de plantas procedentes de viveros donde son fumigadas en exceso para obtener plantas libres de patógenos; esta práctica elimina también hongos beneficiosos. Las plantas resultantes presentan un crecimiento deficiente y problemas como la clorosis. Una alternativa para el viverismo es la inoculación con hongos endomicorrízogenos. Las mejoras principales van a ser mayor rapidez de crecimiento y mayor capacidad de nutrición de la planta. Las tareas de micorrizado pueden desarrollarse en los mismos semilleros. Estos mismos beneficios los podremos aplicar a viveros forestales.

¿CÓMO LOGRAR UNA BUENA INOCULACIÓN DEL MICORRIZADO?

 ¿Qué formas de aplicación e inoculación podemos aplicar?

Las formas más comunes de inocular el micorrizado son:

  1. Inoculación en semilla: básicamente consiste en recubrir la semilla con el inóculo antes de sembrar. Es la técnica más utilizada en la agricultura por rapidez y eficacia ya que el hongo tiene la capacidad de colonizar la raíz desde las primeras etapas.
  2. Inoculación en sustrato: en semilleros y viveros se recomienda mezclar uniformemente el inóculo con el sustrato (cualquiera).
  3. Inoculación radicular: en el caso de plantas hortícolas suele inocularse la raíz en el momento del trasplante. En cultivos forestales el inóculo se aplica en el hoyo previamente al trasplante.
  4. Inyección en el suelo: la inyección directa en el suelo se usa normalmente en ejemplares concretos en fruticultura.
  5. Aplicación foliar: es un método poco usado porque la efectividad suele ser baja.
  6. Inoculación mediante riego: a veces se puede aplicar las esporas directamente en el agua de riego. Usado por ejemplo en agricultura extensiva.

¿Cuáles son los mejores momentos para aplicar Micorrizas?

  1. Al inicio del ciclo de cultivo: inocular al principio del ciclo dará más garantía al proceso de cuajado de la micorriza. Recomendado en cereales y leguminosas.
  2. Antes de la floración: es el mejor momento para inocular frutales. La planta verá mejorada su capacidad de absorben nutriente s en los momentos que más lo necesitamos.
  3. En periodos de estrés: esto está indicado sobre todo si podemos prever un periodo de sequía, heladas, etc.
  4. En suelos degradados: por ejemplo, sí vamos a cambiar de cultivo en un terreno que ha estado tratado con fertilizantes químicos mucho tiempo previamente; cuanto antes inoculemos más efectivo será el proceso de micorrizado.

¿Qué factores determinan el éxito o no en el proceso de micorrizado?

  1. Calidad y viabilidad del inóculo micorrízico: esto hace referencia a variables como la cantidad de inóculo a utilizar o la adaptación de la especie concreta de hongo a la planta a inocular.
  2. Condiciones del suelo: la estructura, la textura, la humedad o el grado de acidez. Por norma un suelo aireado y rico en materia orgánica va a fomentar mejor la actividad micorrícica.
  3. Presencia de nutrientes: sí el suelo es demasiado rico en fósforo la planta puede no asociarse al hongo al tener cubierta su demanda.
  4. Condiciones ambientales: temperatura y la humedad. Las condiciones más extremas perjudican la micorrización; por ejemplo, en suelos muy secos el proceso puede no cuajar. La franja de temperatura más apropiada es la situada entre los 15-25°C.
  5. Presencia de otros microorganismos y prácticas agrícolas agresivas: a veces otros microorganismos de la biota del suelo pueden competir con el hongo. De igual manera el uso de muchos agroquímicos, especialmente los fungicidas, inhiben el micorrizado.

CULTIVOS MÁS ADECUADOS PARA LA MICORRIZACIÓN

Los cultivos más adecuados para la micorrización suelen ser aquellos que establecen relaciones simbióticas naturalmente con hongos micorrízicos, permitiendo mejorar la absorción de nutrientes, especialmente fósforo, y aumentar la resistencia frente a condiciones de estrés. Los cultivos más beneficiados son:

  1. Cereales: suelen responder bien a la micorrización, sobre todo sí son pobres en fósforo. La simbiosis no sólo mejora la absorción de nutrientes, sino que hace al cultivo más resistente a la sequía.
  2. Hortalizas: además de ayudar en la absorción de nutrientes, otorgan a la planta mayor protección frente a patógenos.
  3. Leguminosas: en estas plantas obtenemos un doble beneficio, ya que también fijan el nitrógeno atmosférico gracias a otra relación simbiótica con bacterias del género Rhizobium.
  4. Cultivos leñosos: el micorrizado aumenta la tolerancia al estrés hídrico y salino.
  5. Plantaciones forestales: en repoblaciones de pinos y eucaliptos, que con frecuencia se realizan en suelos pobres o ácidos, el micorrizado aumenta la absorción de nutrientes; además el crecimiento de los árboles se ve menos entorpecido en condiciones adversas, como pueden ser las heladas tardías, olas de calor, alta insolación, etc.

¿Cómo se cuantifican las micorrizas?

La cuantificación de micorrizas, tanto ectomicorrizas como endomicorrizas, es esencial para evaluar su presencia, distribución y efectividad en su interacción con las raíces de las plantas. Existen diferentes métodos para cada tipo debido a sus características morfológicas y sus interacciones específicas con el sistema radicular.

Análisis de micorrizas en ensayos bioestimulantes
Comparativa de los métodos para cuantificación de micorrizas

 

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